KIERKEGAARD Y LA CURA PARA LA ENFERMEDAD MODERNA: CREAR
SILENCIO
SOBRE CREAR SILENCIO PARA ESTABLECER UNA RELACIÓN CON LO
INFINITO
Sören Kierkegaard fue uno de los grandes filósofos del siglo
XIX, considerado por muchos el primer existencialista
.
Kierkegaard, pese a su temprana muerte, fue sumamente prolífico y
penetrante en un gran número de temas, desde la psicología hasta la libertad,
la ética, la fe y la teología (y merece notarse que escribió en un rico
diálogo entre diferentes seudónimos, siendo no sólo un gran filósofo sino un
gran escritor). El filósofo danés escribió
que la "ciencia y la academia enseñan el camino de
la objetividad", pero la religión enseña el sendero de la subjetividad,
de ser un sujeto que tiene una relación personal con lo infinito y sólo
este camino de introspección, paciencia y recogimiento alcanza a
revelar el mundo del espíritu. La importancia del silencio en Kierkegaard
no puede sobrestimarse, desde haber escrito uno de sus textos más importantes
bajo el seudónimo Johannes de Silentio, hasta una constante alusión y
retorno al silencio y a la esperanza, en la
obediencia (palabra que significa
"escuchar" ob-audire). Una de las frases que más
se citan de Kierkegaard es la siguiente:
El estado actual del mundo y de la vida en general es uno de
enfermedad. Si yo fuera un doctor y me pidieran mi opinión, les diría
"Creen silencio."
El
remedio hace casi 200 años era crear silencio, para poder escuchar lo esencial
y entrar en relación con lo infinito. Hoy parece aún más urgente crear
silencio, pues no sólo hay más ruido en todas partes debido al crecimiento
industrial y al mandamiento económico de siempre estar produciendo
más, sino también hay menos disposición a esa relación con el espíritu o con lo
infinito. Doble ruido: el tecnológico y el ideológico;
no sólo las constantes
irrupciones de las máquinas, sino también el ruido de lo insignificante, el
barullo de lo intrascendente y distractivo, del constante
entretenimiento y la banalidad, lo que Kierkegaard llamaba
snakke.
El poeta sufí Rumi dice lo mismo de esta forma: "Tal vez estés buscando en
las ramas aquello que sólo se puede encontrar en las raíces". Tal vez
la distracción, el entretenimiento y el dedicarnos a conseguir el éxito mundano
sea un andar por las ramas, un
detour que hace que nunca
lleguemos al centro. Carl Jung escribió: "La pregunta decisiva para
el hombre es si está relacionado con algo infinito o no". Ciertamente no
podremos estar relacionándonos con algo infinito si no creamos silencio. Y si
no nos relacionamos con algo infinito, nuestra vida será nimia, inane, fútil y
hasta puede decirse que una absurda pérdida de tiempo (de tiempo que no es
dinero, de tiempo que es
kairos,
el momento oportuno para el descubrimiento).
Kierkegaard escribió, en un texto que puede traducirse
como Dos edades: "solo la persona que puede permanecer
esencialmente en silencio puede hablar esencialmente, puede actuar
esencialmente. El silencio es interioridad... La orientación del silencio hacia
el interior es la condición para una conversación cultivada". Sólo desde
la quietud interior nos podemos relacionar plena y significativamente con el
mundo exterior y establecer una relación personal íntima.
El restante del diagnóstico
del "Doctor Kierkegaard" es el siguiente: [...] Creen
silencio. Lleven a los seres humanos al silencio. La palabra de Dios no puede
escucharse en el ruidoso mundo contemporáneo". Unas décadas después,
Nietzsche escribiría que Dios había muerto. Pero quizás simplemente había sido
ahogado por un ruido cada vez más oneroso y ubicuo.
Arnold
Kone resume de buena manera el pensamiento de Kierkegaard en relación al
silencio:
Kierkegaard
le está diciendo a todos los seres humanos: deja de escuchar todas las voces de
este mundo finito, escucha el silencio en todo su temor y temblor, y la
voz vendrá. Y con ella, la fuerza y la valentía para 'obedecer' las exigencias
íntimas e individuales de la visión personal del Bien.
Para concluir quiero citar a otro "Doctor"
cristiano del silencio (aunque no doctor de la Iglesia), a Meister Eckhart: "En medio del
silencio una palabra oculta me fue dicha. ¿Dónde está el silencio y
dónde ese lugar en el que la palabra fue dicha? Está en lo más puro
que el alma puede hacer, en su parte más noble, en el fondo, más aún, en la
esencia misma del alma". Es allí, dice Eckhart, donde la Palabra
está naciendo eternamente, el Logos, la luz del amor divino. ¿Pero quién
tiene oídos para escucharla?
Kairós (en griego antiguo καιρός, kairós) es un concepto de la filosofía
griega que representa un lapso indeterminado en que algo importante sucede. Su
significado literal es «momento adecuado u oportuno», y en la teología
cristiana se lo asocia con el «tiempo de Dios». La principal diferencia con
cronos (en griego antiguo, kρόνος, krónos) es que, mientras Kairós es de
naturaleza cualitativa, Cronos es cuantitativo. Como dios, Kairós era
semidesconocido, mientras que Cronos era la divinidad por excelencia de la
época.